Curiosamente, no sé porqué, cada vez que abro el libro ¡Maldito diente! en el club, los dientes empiezan a bailar y todos me enseñan dientes en movimiento en sus bocas. El libro es éxito seguro.

 

Maldito-diente
Disponible en Bibliotecas Municipales de Huesca

En él, Pep Bruno nos da unas cuantas soluciones para acabar rápidamente con ese diente que incomoda, no te deja hablar, ni comer, ni pensar en otra cosa que no sea él.

Una por una vamos viendo todas las propuestas: la ecológica, la artística, la científica… y la verdad, ninguna nos anima a arrancarnos el diente que danza. Ni siquiera la comunitaria. Pero sí nos da muchas más ideas para ver qué podemos hacer con él. Os apuntamos aquí unas cuantas (no se te olvide leerlas con risas en la boca).

 

Julia: Ponte tu patines, abre la puerta de casa y baja por las escaleras.

¡Diente fuera!

Ángel: El día de tu cumpleaños ata un hilo que vaya desde él a la oreja. Así cada vez que te estiren la oreja para felicitarte se irá soltando un poquito más el diente hasta que se caiga.

¡Diente fuera!

Izarbe: La mujer clásica. Ata un hilo a la puerta o espera que se caiga. ¿Para que vas a probar cosas nuevas si estas funcionan?

¡Diente fuera!

Marcos: Escóndete detrás de la puerta y llama a tu madre a gritos. Al acudir asustada, abrirá de un portazo y el diente saldrá volando.

¡Diente fuera!

Jara: Siéntate en clase del revés, mirando a la vecina de atrás. Balancéate y balancéate hasta que pierdas el equilibrio y la silla se caiga hacia atrás. Sobre todo no te olvides de abrir bien la boca para chocar con la mesa de atrás.

¡Diente fuera!

Lorenzo: La meditación siempre fue importante. Ponte a hacer yoga, seguro que el diente se caerá de tanto esperar.

¡Diente fuera!

Valeria: Un truco de cartas siempre viene bien. Mete una carta haciendo palanca en el diente hasta que salga despedido.

¡Diente fuera!

Sandra: Escribes una carta a tu novio, a tu abuela, a tu vecino o a hacienda. Ata la carta al diente y échala en el buzón de Correos. Llega el cartero, coge la carta, sale con la moto y se lleva también tu diente.

¡Diente fuera!

Marcos: Ve al parque, sube al tobogán y tírate de cabeza. Importante: no frenes con las manos, la idea es frenar con la boca.

¡Diente fuera!

 

Así que ya sabes, si un problemilla de estos te inoportuna, no te pongas nervioso. Los Comelibros acudimos en tu ayuda. No sabemos si te atreverás a hacerlo, pero a lo mejor leyendo esto igual a tu diente le han entrado ganas de caerse.

¡Diente fuera!

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Club Comelibros Sender y Sandra